El colombiano Rafael Enrique Silva Zambrano, un comerciante de divisas, de 55 años, lleva 11 meses librando una batalla legal con la Fiscalía General de la República por un delito de lavado de dinero y activos que nunca cometió, según lo han resuelto tres diversos tribunales del departamento de La Paz, que conocieron del caso en las tres etapas procesales.

La Unidad de Investigación Financiera (UIF), desde la audiencia inicial no pudo probarle al Juzgado de Paz de San Luis Talpa, que los $279 mil, que Silva Sambrano llevaba hacia Bogotá, Colombia, eran de procedencia ilícita; lejos de eso, el rentista capital (persona dedicado al cambio de divisas) presentó certificaciones de las declaraciones de aduana de Colombia y México, donde consta que el dinero es legal y que proviene de préstamos que Silva Zambrano y su esposa han adquirido en Bancolombia y Davivienda, así como de la venta de dos microbuses y un apartamento.

“Mi dinero lo tengo debidamente soportado en Colombia desde hace muchos años, tenemos un patrimonio familiar junto a mi esposa (...)Nosotros vendimos un apartamento en Colombia hace años, dos microbuses de servicio público, sacamos préstamos en Davivienda, Bancolombia e hipotecamos la casa, eso lo hicimos hace más de tres o cuatro años para tener más capital de trabajo, porque en el negocio que yo me muevo para que el trabajo me sirva y yo pueda sacar los gastos de tiquetes de avión, comida, hotel y me quede una ganancia, tengo que invertir más capital, entonces decidimos con mi esposa capitalizar más dinero”, explicó Silva Zambrano.

Estos argumentos de defensa fueron presentados en la audiencia inicial y el juez de Paz de San Luis Talpa lo puso en libertad, pero la Fiscalía apeló ante la Cámara de lo Penal de San Vicente donde se revocó la resolución, y el colombiano al enterarse de esa decisión se presentó voluntariamente al Juzgado de Instrucción del mismo municipio, pero posteriormente en una audiencia al ser sobreseído, la UIF vuelve apelar ante la misma cámara que resuelve de nuevo que en una audiencia especial sea enviado a juicio. La jueza de instrucción de San Luis Talpa, acata la orden superior y decreta un auto de apertura a juicio, pero deja en libertad al extranjero quien sigue sometiéndose al proceso y al llegar a vista pública el Tribunal de Sentencia de Zacatecoluca, también resuelve a favor de Silva Zambrano, por considerar que no existe ningún delito, incluso le pide disculpas en nombre del Estado de El Salvador porque a juicio del tribunal, nunca infringió las leyes salvadoreñas.

“Inicialmente duré cuatro meses sin ninguna medida a pesar que la cámara dio orden de mi captura y enviarme a prisión mes y medio después de celebrada la audiencia inicial. Nosotros solicitamos al Juzgado de Instrucción una audiencia de revisión de medidas que se celebró cuatro meses después de haber dado la cámara la orden, me presenté voluntariamente en tres ocasiones al juzgado hasta que la señora juez procedió a dar cumplimiento de la orden de la cámara, pero la señora juez respetuosa de la orden de la cámara ordena que yo vaya a prisión”, así resume Silva Zambrano el proceso seguido.

De esa forma, tres tribunales salvadoreños fallaron a favor del colombiano porque no hallaron ningún indicio de que el dinero que transportaba en un maletín de mano, cuando hizo escala en el Aeropuerto Internacional Monseñor Óscar Arnulfo Romero era ilícito. Ese 2 de mayo, Silva Zambrano venía desde Cancún, México, y se dirigía junto a su esposa hacia Bogotá, Colombia, pero como ese día no encontraron un vuelo directo que conectara Cancún y Bogotá, obligadamente tuvieron que utilizar El Salvador, como un país de tránsito para abordar el avión que los llevaría a su país, pero ya pasó casi un año y Silva Zambrano no ha podido regresar.

Cuando su anhelado sueño de volver a su país estaba por llegar, la Fiscalía vuelve a contraatacar y ha iniciado una investigación de extinción de dominio, presentando una petición de medida cautelar para que los $279 mil no le sean entregados a pesar que en el juicio penal quedó demostrado que el dinero es lícito.

 

El negocio de las divisas

Desde hace 18 años, Silva Zambrano, está registrado en la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) de Colombia, como un rentista capital que se puede dedicar al cambio de divisas, junto a su esposa se hicieron de un capital acudieron a la banca de su país, hipotecaron su casa y se deshicieron de algunos de sus bienes para obtener una cantidad de dinero que les permitiera mantenerse en ese negocio y obtener ganancias.

Primero incursionaron en el mercado nacional colombiano y a medida que conocieron el negocio y pudieron incrementar su capital, decidieron probar suerte en el mercado internacional; fue así como Silva Zambrano comenzó a viajar desde Colombia hacia México y Estados Unidos, con euros para cambiarlos por dólares y regresar a su país con un pequeño margen de ganancia. “Con mi capital yo adquiero en Colombia euros y viajo con esos euros, inicialmente yo empezaba a trabajar a nivel nacional. En Colombia el arbitraje cambiario es legal y existe, solo en Bogotá hay como 200 casas de cambio y en todo Colombia hay como mil casas de cambio, es un trabajo legal que existe y se puede hacer, no es ningún delito”, expresó Silva Zambrano.

Las operaciones de arbitraje son comunes en el mercado de divisas, y consiste en adquirir un producto financiero en un mercado a un precio y revenderlo a otro mayor en un mercado diferente.

Expresa el extranjero que algunos meses salía de su país hasta en cuatro veces con miles de euros para cambiarlos por dólares y nunca tuvo problemas legales porque siempre ha andado la documentación respectiva que respalda la legalidad de su dinero y la procedencia lícita, fue hasta en El Salvador que ha vivido todo este calvario que lo ha llevado a condiciones económicas detrimentes, al grado que en su país los bancos están a punto de embargarle la casa donde vive su familia. Con voz entrecortada y lágrimas, cuenta esta difícil experiencia a la que lo ha sometido la Fiscalía, institución que se ha encaprichado en destruirle su vida y despojarle de su patrimonio.

Junto a su abogado Wilfredo Gutiérrez, cuenta que la fiscal de la UIF que ha llevado el proceso penal lo presionó para que admitiera el delito de lavado de dinero y que en un procedimiento abreviado lo condenaran y le pusieran una pena que luego sería reemplazada, sosteniéndole que esa era la única forma de regresar a su país, pero sin su dinero, pero como él sabe perfectamente que no es ningún lavador de dinero no aceptó esa propuesta y se sometió al juicio penal el cual ganó en todos los juzgados.

El cambista de moneda lleva casi un año varado en El Salvador, las únicas personas que conoce son sus dos abogados, mensualmente gasta $ 1 mil en pago de casa, alimentación y todas sus demás necesidades, sin contar las costas procesales.

Comenta que siempre salía solo, pero como en ese entonces coincidía una fecha feriada le dijo a su esposa que lo acompañara, y con 255 mil euros salieron de su país, no sin antes declarar esa cantidad de dinero en la Aduana de Colombia, al hacer la declaración le entregaron la certificación sellada donde demostraba la legal tenencia de dinero.

Cuando ingresó a Cancún, también declaró que iba a ingresar la referida cantidad y tras verificar y contar, las autoridades mexicanas le extendieron el documento de la declaración de la procedencia lícita.

En Cancún, estado de Quintana Roo, Silva Zambrano, permaneció tres días tramitando el cambio de los 255 mil euros por los cuales recibió $279 mil dólares, al salir de esa ciudad declaró en la Aduana de México la cantidad de dólares antes detallada y le emiten el documento de la declaración donde se detalla que todo está en orden y que el dinero es lícito.

Hasta ese momento todo había transcurrido bien, pero cuando hizo escala en el Aeropuerto Monseñor Óscar Arnulfo Romero, es intervenido por un agente de la División Antinarcóticos quien le preguntan cuál era su destino, a lo que responde que es Bogotá, seguidamente le consulta sobre lo que lleva en el maletín de mano y cuando le manifiesta “yo llevo mi dinero” el policía sorprendido le dijo si lo podía ver, el colombiano accedió a que verificara el dinero y le mostró todas las declaraciones de salida e ingreso en las aduanas de Colombia y México, así como las declaraciones de renta como persona natural en las que consta que lleva 20 años pagando sus impuestos en Colombia.

Pero esa documentación donde demostraba la legal tenencia y procedencia lícita del dinero no fue tomada en cuenta por la Policía y Fiscalía, lejos de eso 24 horas después de estar retenido le dijeron que esa documentación presentada era falsa y que quedaba detenido por el delito de lavado de dinero y de activos.

 

 

Fiscalía pretende extinguir el dinero

La Unidad Especializada de Extinción de Domino tras imponer una medida cautelar de secuestro a los $279 mil propiedad del ciudadano colombiano, presentó el pasado 13 de marzo una solicitud de ratificación de dicha medida al Juzgado Especializado en Extinción de Dominio. En el escrito el fiscal del caso argumenta que en sede penal no se discutió el origen lícito, y obvia las resoluciones de tres juzgados que confirmaron la legalidad y procedencia de los $279 mil; cuestiona además que no se utilizaron mecanismos financieros para transferir el dinero, pero obvia que Silva Zambrano, es un comerciante de divisas y que por ende debe trabajar con dinero en efectivo.

 

Prueba

El dinero fue sometido a una prueba “ion scan” pero el resultado fue negativo ya que no encontraron ninguna partícula de droga.

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El caso



8/05/2015

Se realizó la audiencia inicial y el juez de paz de San Luis Talpa, La Paz, decretó instrucción formal sin medidas, pero mes y medio después la Cámara de lo Penal de San Vicente revoca la libertad. El extranjero se presentó voluntariamente y fue enviado al Penal de Apanteos, donde estuvo tres meses.

 

16/11/2015

En la audiencia preliminar, el Juzgado de Instrucción de San Luis Talpa, decretó un sobreseimiento definitivo ya que ese dinero decomisado era lícito, pero la UIF apeló y la Cámara de San Vicente ordenó que fuera enviado a juicio en una audiencia especial.

 

1/03/2016

El Tribunal de Sentencia de Zacatecoluca al finalizar la vista pública, dictó sentencia absolutoria basándose en los documentos que presentó como prueba: las declaraciones del dinero en aduanas de Colombia y México, certificaciones de préstamos y las compraventas de bienes.

 

El colombiano presentó en los tribunales salvadoreños documentación de las salidas y entradas migratorias a México y Estados Unidos, como parte de la actividad de cambio de divisas a la que se dedica, solo a Cancún estuvo viajando en los últimos dos años, cada ocho o 15 días.

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